Las techumbres del Palacio

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Una obra excepcional de Bernart Giner​

Cúpula escalera RMCZ
Techumbre de la cúpula de la escalera

Uno de los principales motivos de que en 1931, en plena Segunda República, la Casa-Palacio Donlope fuera declarada Monumento Nacional es, además del alero exterior, la excepcional obra llevada a cabo por el fustero Bernart Giner en las techumbres de la escalera y las estancias de la zona noble del Palacio. Son auténticas joyas que se han preservado de forma excelente.

La techumbre de la espectacular escalera es un magnífica obra en madera de pino, probablamente proviniente de los valles aragoneses de Ansó y Hecho. Es obra del fustero Bernat Giner. El encargo se le hizo para que fuera a semejanza del Palacio de Coloma, que ha desaparecido. Es un trabajo único en el que aún se pudo contar con los mejores artesanos moriscos. Cuando se realizó, aún no había acontecido la revuelta de las Alpujarras con las consecuencias de exclusión y repulsa social hacia esa población.

Está rodeada por una galería cuya única función es escenográfica. Es un corredor abierto que se inspira en la cubierta de la Sala Dorada o Salón del Trono del Palacio de la Aljafería. Bernat Giner consiguió en esta obra una armonía perfecta con la combinación de motivos de tradición mudéjar y renacentistas. Entre los mudéjares se pueden contemplar los mocárabes, las estrellas o las lacerías. Entre los renacentistas; los casetones octogonales, los medallones y los grutescos.

La composición se logra a base de entrelazos mezclados con estilizaciones vegetales, rosetas y ocho tondos con bustos, culminando en el centro con una estrella de ocho puntas de la que pende un gran mocárabe. La cúpula está sustentada por una galería de arquillos de medio punto y balaustres torneados, situada sobre un tambor octogonal a modo de cimborrio compuesto por una cornisa volada y un friso decorativo con bandas de diminutos modillones, grutescos y roleos vegetales, ovas y dardos.

Como en las otras dos estancias que le flanquean, el Salon Central de la zona noble, donde se sitúa el Salon de Retratos de Tenientes de Hermano Mayor de la Institución, posee la cubierta original del siglo XVI y se ha conservado tal y como lucía en su época. Una mirada hacia el techo nos descubre su entablamento recorrido por ménsulas con decoración vegetal alternada con grutescos y medallones con cabezas infantiles. Bernat Giner sustentó la techumbre a base de lazos de ocho entrecruzados que forman octógonos, estrellas de ocho puntas y rombos.

Entre ellos podemos observar artesones octogonales, huecos con florones y roleos, y claves colgantes adornadas con veneras. Una auténtica demostración de lujo y ostentación para un salón del siglo XVI.

Al igual que en las otras salas, la techumbre de la Sala de Juntas Generales es espectacular. Estilizaciones vegetales, cartelas, ovas, dardos, dentículos… todo un despliegue de recursos a base puntas de diamante en relieve formando hexágonos, estrellas de seis puntas, rombos. De todos ellos destacan los casetones hexagonales en el centro, cuadrados en los lados menores y octogonales en los mayores combinados con claves colgantes adornadas con venera

Techumbre sala Tenientes
Techumbre de la Sala deTenientes

La de la Sala de Juntas Particulares  cierra la trilogía de las estancias nobles. La decoración se articula en torno a un gran casetón central, que enmarca un gran mocárabe colgante colocado a modo de clave. En cada uno de los cuatro lados se disponen casetones rectangulares adornados con candelieri. En los ángulos, los casetones son trapezoidales y en su interior tienen una ornamentación vegetal. Forman cuatro grandes espacios a modo de aspa, con figuras masculinas y femeninas en relieve que son una de las claves para entender lo avanzado que suponía hacer este tipo de decoración en aquella época, inspiradas en el Libro IV de Los Siete Libros de Arquitectura del Tratado de Serlio. En aquel tiempo, manejar ese tipo de información no era sencillo, significaba tener acceso a una excelente biblioteca, actualizada y al alcance de muy pocas personas. Significaba poder estar a la vanguardia de las tendencias estéticas más avanzadas de su tiempo.

Las fotografías en 360º de los salones del Palacio permiten obtener una visión única de las techumbres. Un punto vista que facilita admirar de forma global la composición, simetría y el diseño de unas obras excepcionales del arte aragonés.

Techumbre de la Sala de Juntas Generales

Techumbre de la Sala de Tenientes

Techumbre de la Sala de Juntas Particulares