Visita al Palacio de la Real Maestranza

RMCZ / Palacio / Visita el Palacio / La zona noble

La zona noble

La zona noble del edificio se sitúa en el primer piso. Es la zona política o zona pública. Sus salones y la galería en torno al patio renacentista son un ejemplo del primer renacimiento aragonés.

Los salones de la zona noble en 360º

La zona noble. El origen.

La zona noble del edificio se sitúa en el primer piso. Es la zona política o zona pública de la Casa-Palacio. En su origen, salvo la techumbre, la decoración interior tenía poco que ver con la actual. En el siglo XVI este espacio era muy diferente al que ahora contemplamos. Las tres estancias se disponian a partir de un gran salón de recepciones flanqueado por dos alcobas. A la izquierda, al norte, la alcoba del señor, a la derecha, al sur, la de la señora. Pero no debemos pensar en ellas como dormitorios privados. En absoluto. Eran “alcobas de enseñar”. Es decir, estancias destinadas únicamente para mostrar a sus invitados. La familia pernoctaba en los dormitorios privados del piso inferior.

La gran sala central era el “salón de recibir”. En tiempo de Donlope sus paredes no estaban decoradas, y los muebles se reducían a una mesa, un sillón frailero con dos sillones a ambos lados, algún arca o alacena y una tarima a modo de pequeño estrado. Este estrado cumplía la función de elemento central en torno al cual giraba la vida social. Estaba rodeado de numerosos cojines y almohadones dispuestos en el suelo para que las damas se acomodaran. Era la forma considerada correcta en aquella época porque fue precisamente a partir del siglo XVI cuando las damas comenzaron a sentarse en sillas o sillones, como los caballeros. Hasta entonces si una dama se representaba sentada era porque ostentaba algún tipo de poder.

En aquel tiempo no existía aún el concepto de habitaciones para un solo uso. En este salón se realizaban también las comidas de gala que ofrecía Miguel Donlope a las personalidades más influyentes. Para ello se ponía y se retiraba tras el evento una mesa central… de ahí la expresión popular “poner la mesa” y “retirar la mesa”.

Es muy posible que en el siglo XVI la entrada principal al salón no estuviera, como ahora, en el centro de la estancia. De hecho, durante el verano del 2020 se descubrió un extraordinario arco con un tímpano decorado en relieve que marcaba el acceso lateral a la estancia por extremo sur del salón. Y es probable que existiera otra entrada semejante en el extremo izquierdo, con otro tímpano decorado de forma análoga y dando un sentido simétrico a las entradas.

Son dignos de resaltar los techos de las tres salas, una cuidada ejecución que viene a continuar la labor realizada en la caja de la escalera. También son obra de Bernat Giner. De las tres salas, quizás la mejor obra de fustería sea la de la sala sur, la alcoba de la señora, con unos motivos más delicados que el resto. En las tres techumbres se combinan el gusto renacentista con la tradición local y evidencia la versatilidad y la riqueza que la carpintería puede aportar a una obra arquitectónica.

Descubrir el tímpano escondido
Salón de Tenientes de Hermano Mayor

En el siglo XIX, tras la Guerra de la Independencia, la Real Maestranza se instaló en el edificio alquilando el salón central y las dos albobas laterales de la zona noble a la familia Urriés. Unos años más tarde, en 1912 adquirió todo el edificio. A partir de ese momento la Casa-Palacio Donlope pasó también a ser conocida como el Palacio de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza. Ahora, estos salones acogen los actos más relevantes de la institución. El espacio central es conocido como el Salón de Retratos de Tenientes. Al norte, a la izquierda según se entra al salón, se encuentra la Sala de Juntas Generales. Al sur la Sala de Juntas Particulares, utilizada como secretaría y archivo.

En el Salón central están representados los Tenientes de Hermano Mayor desde el inicio como Real Maestranza. La serie comienza con Pedro Ignacio Jordán de Urries y Palafox, Marqués de Ayerbe, en el lado derecho del muro sur y se desarrolla en sentido de las agujas del reloj. Desde su fundación, los Tenientes de Hermano Mayor de la RMCZ ostentan el honor de representar al Rey en las institución. Han sido, y son, ilustres ciudadanos que han ejercido su cargo con lealtad y dedicación.

Como en las otras dos estancias, la cubierta original del siglo XVI se ha conservado tal y como lucía en su época. Una mirada hacia el techo nos descubre su entablamento recorrido por ménsulas con decoración vegetal alternada con grutescos y medallones con cabezas infantiles. Bernat Giner sustentó la techumbre a base de lazos de ocho entrecruzados que forman octógonos, estrellas de ocho puntas y rombos. Entre ellos podemos observar artesones octogonales, huecos con florones y roleos, y claves colgantes adornadas con veneras. Una auténtica demostración de lujo y ostentación para un salón del siglo XVI.

Ver el Salón de Tenientes de Hermano Mayor en 360º
Salón de Juntas Generales

Desde su fundación el Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza ha sido el rey o el miembro de la Familia Real en quien delegue. De ahí que la Sala de Juntas Generales siempre esté presidida por el retrato del Hermano Mayor, actualmente su majestad el Rey Felipe VI. Entre otros protocolos, en esta sala se realizan las juntas para elegir al Teniente, el máximo representante del monarca en la institución. El acto debe estar presidido por el Hermano Mayor ocupando el sillón central. Si no puede asistir se deja el sillón sin ocupar y se destapa la cortina que cubre el retrato para que lo presida de forma simbólica.

Como dato curioso, el sillón central tan solo ha sido utilizado en tres ocasiones a lo largo de los últimos veinticinco años; por S.M. el Rey Felipe VI, por la Infanta Elena de Borbón y por D. Carlos de Borbón Dos Sicilias, Duque de Calabria. A la derecha de sillón central se sitúa el Teniente de Hermano Mayor, a la izquierda el Caballero Fiscal y a su derecha el Secretario.

Algunos protocolos, como la de elección de Tenientes, requieren de una votación que sigue la tradición medieval de elección por ternas, es decir, primero se eligen a tres candidatos y después se vota a uno entre los tres. Para ello se utiliza unos antiguos artilugios de votación con unos cubiletes donde se introducen más o menos cantidad de judías o de “habas”. Una tradición que dio origen a la expresión popular “habas contadas”.

La decoración se completa con una antiguas gualdrapas colgadas del techo. Las gualdrapas se colocaban en la grupa de los caballos en los torneos de caballería. Y al igual que en las otras salas, la techumbre es espectacular. Estilizaciones vegetales, cartelas, ovas, dardos, dentículos… todo un despliegue de recursos a base puntas de diamante en relieve formando hexágonos, estrellas de seis puntas, rombos. De todos ellos destacan los casetones hexagonales en el centro, cuadrados en los lados menores y octogonales en los mayores combinados con claves colgantes adornadas con veneras.

Ver el Salón de Juntas Generales en 360º
Salón de Juntas Particulares

La Sala de Juntas Particulares se sitúa en el lado sur del salón central. También conserva algunos tesoros dignos de señalar, entre ellos el excelente retrato de Su Majestad Juan Carlos I como Hermano Mayor de la Real Maestranza realizado por el artista José María Fayos. Es un retrato excepcional porque es el único de la ciudad con posado real y natural del monarca. Un privilegio que se da en contadas ocasiones.

Otro de los tesoros de la sala es la techumbre, que cierra la trilogía del trabajo realizado por Bernat Giner en las estancias nobles. Quizás en esta, por tratarse de la alcoba de la señora, su trabajo es un tanto más delicado. La decoración se articula en torno a un gran casetón central, que enmarca un gran mocárabe colgante colocado a modo de clave. En cada uno de los cuatro lados se disponen casetones rectangulares adornados con candelieri. En los ángulos, los casetones son trapezoidales y en su interior tienen una ornamentación vegetal. Forman cuatro grandes espacios a modo de aspa, con figuras masculinas y femeninas en relieve que son una de las claves para entender lo avanzado que suponía hacer este tipo de decoración en aquella época. Porque la fuente de donde bebió Bernat Giner para realizar las figuras de las esquinas es el Libro IV de Los Siete Libros de Arquitectura del Tratado de Serlio. En aquel tiempo, manejar ese tipo de información no era sencillo, significaba tener acceso a una excelente biblioteca, actualizada y al alcance de muy pocas personas. Significaba poder estar a la vanguardia de las tendencias estéticas más avanzadas de su tiempo.

Ver el Salón de Juntas Particulares en 360º