Visita al Palacio de la Real Maestranza

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El antiguo despacho de Donlope

Estratégicamente situado en una esquina del edificio, el despacho de Donlope era una extraordinaria herramienta de información.

El antiguo despacho de Donlope en 360º

El antiguo despacho de Donlope

En la entreplanta de la Casa-Palacio, de techumbres más bajas y provista de grandes chimeneas, se encuentra la zona privada donde la familia realizaba su vida diaria. En alguna de las habitaciones aún se pueden observar, en la vigas originales, las muescas de las que se colgaban largas telas cubriendo las paredes para aislar el interior de la humedad en los fríos días de invierno.

Entre las estancias destaca por su amplitud el despacho personal de Miguel Donlope. Una espacio muy especial situado estratégicamente en la esquina de edificio.

El suelo de yeso se conforma con tierras rojas de la población aragonesa de Morata y con cerámica de Muel hecha a mano. Sobre él se dispone una estera para aislarlo de la humedad. Es una tradición muy típica de Aragón porque en aquel tiempo, las alfombras eran un artículo de lujo. No se disponían en el suelo, sino en las paredes. Tenían una función meramente decorativa.

En una de las esquinas de la estancia se puede observar el hueco de lo que fue la entrada original al despacho, antes de la reforma que se realizó en la escalera en el siglo XVIII, que modificó la correa para hacer la subida más suave.

Otra de las curiosidades son las dobles vigas de la techumbre. Una opción que posiblemente estuviera orientada a soportar un artesonado que finalmente no llegó a realizarse.

Pero si hay algo que destaca especialmente de esta estancia son sus ventanas. En su época, unas exclusivas y extraordinarias herramientas de información. Un símbolo del poder y de la influencia de Donlope.

Una de ellas daba directamente al pitañar. Desde ella se podía vigilar perfectamente a los acogidos por la noche y ofrecerles bebida, comida y auxilio. Las situadas en la esquina, frente a su mesa de trabajo, ofrecían una privilegiada vista hacia la plaza donde se situaba el Concejo de la Ciudad y la Diputación del Reino. Pero la más importante estaba situada justo a su derecha: es la auténtica “ventana del poder”. Donlope solo tenía que girar la vista desde su mesa para observar la entrada principal a la Catedral de La Seo: la puerta de San Agustín, también llamada “La Puerta de los Reyes”. Una vista exclusiva, única y privilegiada del lugar de paso obligado para la élite política, social y económica de la ciudad, porque hasta el siglo XVIII fue la entrada principal a la catedral.

En la actualidad tan solo se abre en ocasiones muy especiales y con motivo de la misa que en honor a San Jorge celebra a Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, cuyas Damas y Caballeros, ese día, conservan el privilegio de poder acceder a la catedral por la “Puerta de los Reyes”.

Don Miguel Donlope. El personaje.